28/03/07

PEDRO PATRÓN


Hola,

Soy un antiguo alumno del Colegio de la generación del 78. Soy de la quinta de Alexander Alonso Cires (siempre numero 1 de la lista de clase :-)), Jandro, David, Rodrigo, Bouzo, Iván, Néstor, Aram, Pablo (el hijo del Dire), mi prima Laura, las Laras, Marta Aybar (la hermana de Nacho), Alejandra, Inés, José Ignacio, Juanjo, Hugo, Andrea, Sara, Nuria, Kerem, Jordan y Álvaro Valle (ultimo de la lista).
Me ha llegado vuestra carta a través de un scanner que me ha mandado mi madre por e-mail. Me ha parecido una idea genial y una fantástica excusa para recordar a la cantidad de alumnos que han pasado por el Colegio en esos 25 años e intentar descubrir que ha sido de ellos.

Recuerdo muchas historias y momentos vividos en el Colegio: las carreras para "pillar" las porterías en los recreos, el estrés del día de notas, las clases de gimnasia, las horas extra-escolares, la llamada del
profesor a dar la lección, y muchas experiencias mas que se quedaron para siempre grabadas en las tierna memoria de un niño.

Tengo tres años más que el Colegio. Igualmente, han sido ya tres años que llevo viviendo en Edimburgo, Escocia. Es una lastima que muchos de nosotros, después de haber recibido una
fantástica educación en instituciones como el Colegio (Río Piles), el Instituto (del Piles) o la Universidad (de Oviedo), nos vemos en la necesidad de marcharnos lejos de la "tierrina" por falta de
oportunidades de trabajo o de condiciones laborables aceptables. Aunque aun tenemos que seguir mejorando en las oportunidades de empleo para los futuros alumnos, considero que mi educación ha sido privilegiada, comenzando por sus inicios, los más importantes, en el Colegio Río Piles.
Desde aquí os animo a todos los profesores a seguir inspirando y preparando para la vida a las presentes y futuras generaciones de alumnos. Por favor, eduquen con sus asignaturas pero sobre todo no olviden impartir la ilusión y valores tan importantes como el amor, la honestidad o la tolerancia. Esas son las verdaderas claves de las líneas de su futuro.

Lamento que no voy a poder estar para la Celebración del día 5. Sin embargo, estaré por Gijón entre el 18 y el 27 de Mayo. Si alguien me quiere contactar para recordar viejos tiempos mi teléfono durante esos días será: 616103678.
Ojala pueda pasarme por el Colegio a visitaros.

¡Feliz Aniversario! Un abrazo a todos,

Pedro

RECUERDOS

Llegando como llegué, en 4º de EGB, con 9 años, procedente de otra ciudad, me tocaba dejar atrás mi primera infancia, en Eibar con mis padres y mi hermana Alicia, para encontrarme, de repente, con una nueva vida en un nuevo colegio "El Colegio Público Río Piles". Siendo un crío, uno no se da cuenta, pero echando la vista atrás me doy cuenta de lo mucho que aprendí. Aprendí a buscarme la vida, a hacer amigos y en definitiva a ser feliz con lo que uno tiene.
Pero todo eso no hubiera sido posible sin mis compañeros y profesores, que me acogieron desde el primer para que me sintiese como en casa. En esta primera etapa recuerdo a mi tutora Graciliana o mis compañeros de clase como Boni, David, Micael, Guille, Dani, Marta o Katerina entre otros, así como los amigos del Donald: Andrea, Marta, Toni, Raúl y Miguel con los que inevitablemente me siento muy cercanos a ellos.
Tras esta primera etapa la cosa discurrió por su cauce y ¡qué buen cauce! En las clases, se unían nuevos compañeros (Ale entre otros) a la par que recibíamos clase con Agapito de inglés, Julián con Lengua, sociales con Margarita o Teo con gimnasia. Y aquellos recreos formidables con las partidas a aquel juego de Voley-portería que alguien puso de moda y era un verdadero éxito ante la falta constante de pelotas de fútbol o baloncesto que irremediablemente se perdían o
nadie tenía.
Las muchas actividades (baloncesto, atletismo o montañismo) me permitieron coincidir o con compañeros de clase de mi hermana Alicia como María, Irene o Teresa etc...o con alumnos de otros grupos (como Fran).
¿Y qué me decís del comedor? Allí éramos los mayores cuando lo abrieron y se procedía en dos turnos, mientras los pequeños comían, los mayores disponíamos de la biblioteca para jugar o hacer deberes.
Luego venían los carnavales, la fiesta de la sidra, las excursiones o el viaje de estudios...que tiempos y qué buenos recuerdos ¿no?
Ya somos mayores, adultos pero jóvenes, con 25 o 26 años, trabajando o terminando de estudiar y con las inquietudes actuales ¿dónde vamos a vivir estando el precio de la vivienda como está? ¿Y cobrando en torno a mil euros? ya seas ingeniero o no. La mayoría seguimos la senda del estudio, pero ¿para qué?
Nos prometieron estudiar para vivir mejor...pero la cosa no está del todo clara, será trabajar mucho y vivir poco?
Con todo estoy contento, contento de seguir compartiendo con mis amigos de siempre mi vida y de vez en cuando reencontrarme con gente del colegio a la que tanto aprecio. En el último año coincidí con Mayu y Katrina que ¡hacía 11 años que no veía! Sin embargo se que hay gente trabajando en la tele o en los medios de comunicación! y de otros simplemente no se nada, pero ahí seguirán...en mi memoria, como todo el colegio.
Así que quisiera desde aquí dar las gracias al colegio, a todos mis profesores por todo lo que me enseñaron y nos contaron y a todos mis compañeros del B que acabaron conmigo y enumero a continuación: Alejandro Sánchez, David Fdez, David Vega, Juanlu, Leo, Chus, Micael, Dani, Adri, Hurlé, Pablo Solar, Santi, David Arango, Leticia, Cristina Suárez, Katherina, Jana, Pablo Javier, María Suárez, Laura, Sara, María Vigil, Mayu, Ale, Ángel, Anahí, Virginia, Paula, Berta, Raquel, Paula, Graciela, Marta y Boni.

Os espero el día 5 de mayo en la espicha para los ex-alumnos.
Un abrazo de Alvarín

Álvaro López Criado - exAlumno

15/03/07

ESPICHA 25 ANIVERSARIO

  • FECHA: 5 de Mayo de 2007

  • LUGAR: Llagar “ El Trole” Cabueñes – Gijón

  • HORA: 20,30 h

  • Precio: 25 euros

  • Ingresar en la Cuenta: “Colegio Río Piles 25 Aniversario”
    Cajastur nº: 2048 0091 25 0340032739

  • Último día : 27 de Abril.

  • El justificante de ingreso SIRVE DE INVITACIÓN PARA LA ENTRADA.

  • Desde las 18 h el colegio permanecerá abierto para que todos los antiguos alumnos, que lo deseen, puedan visitar la Exposición de los diferentes recuerdos de estos veinticinco años: fotografías, trabajos, recortes de prensa y una magnífica maqueta realizada por padres y alumnos. Posteriormente , alumnos y profesores nos reuniremos en el Llagar donde departiremos y recordaremos nuestras vivencias.

Si piensas acudir, no esperes al último día para hacer tu reserva

Visita nuestra Pg. Web y mándanos un mensaje

9/03/07

TAN LEJOS, TAN CERCA


Hola, seas quien seas:
Cuando poco antes de embarcarse David (Bascones Amor) me comentó lo del aniversario del colegio fue como si una ola enorme barriera mi cabeza y despejase todo, excepto el poso de aquellos días. Una sensación agridulce, la verdad. Todo lo bueno que hago nació allí, en aquellos años protegido de lo que luego sería una dura realidad. Me subí a un escenario por primera vez en uan fiesta de fin de curso para hacer un play back de Michael Jackson, mis primeras palabras impresas fueron a "Alas de Papel" y quedé prendado de la Edad Media con la nariz metida en los estupendo libros de Vicens Vives, que aún conservo, bajo la añorada batuta de Mª Jesús... luego el camino dio vueltas y más vueltas, todas necesarias supongo, y ahora que está mejor asfaltado recuerdo de un modo más claro todo lo que allí fui y que aún soy.
Recuerdo las primeras sensaciones al entrar (en 1982) en preescolar, los bancos a modo de mesas y llevar cojines de casa, nuestro patio y el de los "mayores", las banderas, la vista desde las aulas ¡qué suerte estar en un colegio con vistas tan bonitas, lejos de edificios y coches! Recuerdo la ansiedad de antes de la hora de gimnasia y jugar al fútbol con una pelota de tenis porque las de verdad estaban prohibidas, recuerdo ganar un montón de canicas y perderlas al siguiente recreo (madre, eso suena a Pleistoceno) correr detrás de las niñas jugando a “policías y ladrones”, tocar el cielo preadolescente al ganar a fútbol y baloncesto en la fiesta de fin de curso, saborear el mosto y el “bollo preñao” y saber, ya entonces, que todo aquello sería inolvidable.
Recuerdo que entonces las estaciones se comportaban como tales y lo confortable que me sentía en las tardes de otoño, sentado junto al radiador, como en ese poema de Machado. Los libros que D. Pedro citaba y que aún hoy son de cabecera, la poesía y el sentido del honor (le di mi palabra de no copiar si me dejaba ir al baño en un examen de octavo, se fió de mí y no pude sacar la maldita chuleta)
Sigo viendo con el mismo asombro “Tiempos modernos” que el día que nos lo pusieron en el gimnasio, y con la misma intensidad me parece oír a Jesús Suero, golpeando la mesa y diciendo: “¡¡Mecachís en la mar con los nenos del demonio!!”, y a Luis, desesperarse con mi torpeza, hoy legendaria en mi expediente académico, con las matemáticas; bueno, desesperarse conmigo en general. Y el viaje a Toledo y Madrid, y la visita a Santillana del Mar, y el cebadero de buitres, y la fábrica de Plin la Herminia, y a todos y cada uno de mis compañeros, podría citarlos con nombres y apellidos por orden alfabético (que nervios cuando la rotación semanal de mesas me dejaba cerca de la niña que me gustaba), conservo como oro en paño la foto que nos hicieron en octavo, con Juan Barrio mirando hacia atrás, poco antes de salir rumbo a tantos sitios. Ahora que Irak sigue siendo un huerto de malas noticias, me viene a la cabeza la tarde de “huelga” que cuatro chiflados hicimos a la puerta del colegio, con papeles cuadriculados protestando por la guerra de que sembró la fruta de sangre que hoy saboreamos en cada telediario.
Claro que si me pongo puede que me salgan un puñado de malos recuerdos, pero la memoria es un edificio que uno va construyendo según sus gustos (o algo así dijo Gabriel García Márquez), así que cuando coincidimos en Gijón y quedo con quienes aún hoy, con treinta (impensables entonces) años, son mis mejores amigos a tomar unas cervezas, cribamos los recuerdos y siempre brotan los buenos, que son muchos más, y eso augura una noche de risas y cierta sana melancolía, cuando David sonríe y le dice a Pelayo: “Te acuerdas, tío, cuando…” ¡Como olvidarlo!

Jorge Alonso Menéndez