D. Pedro San Francisco, Director del Colegio Público Río Piles, se dirigió en el acto de inauguración del 25 Aniversario a todos los presentes con estas palabras:
Amigos todos:
Nos hemos reunido hoy para hablaros de un Proyecto que ya es Historia, de una historia que guarda un proyecto. Nació en el siglo pasado, en el milenio anterior y tan sólo veinticinco años transcurridos que son un breve instante en el tiempo.
Nebulosas en las mentes, que guardan, apenas, un puñado de recuerdos: La brisa de las primeras letras, la lluvia de números, el verbo que no cesa, la historia que se repite, las ciencias convertidas en conocimiento, mapas que se vuelven mudos y sobre todo el reencuentro, cada día, con los compañeros durante los recreos mientras los balones surcaban el cielo y las filas se volvían interminables.
¡Ah! También aquel Viaje de Estudios, la visita a la Granja y el parloteo incesante que nacía del fondo de nuestra naturaleza de niños y adolescentes.
Todos esos instantes forman parte de tu vida, de la de ellos, de la nuestra. Somos lo que hemos forjado día a día, aunque de ello sólo quedan vagos retazos.
Hemos formado una numerosa familia, compuesta de abuelos, padres, hijos, hermanos, de la que nos podemos sentir más próximos o más lejanos pero sabemos que algo nos une: Ese nombre “Río Piles”, esa forma de ver la vida con optimismo, ese saber que cada uno vale por lo que es, esa entereza con la que hacemos frente a la adversidad, ese respeto hacia los otros, ese intento de ser mejores, esa mano extendida a los demás.
Es el empeño en la Escuela Pública, que hace justicia de la injusticia, que educa sin ataduras, que abre horizontes y elimina barreras, que no diferencia por razas ni colores, que mantiene el listón alto para que alcancéis vuestras metas y que sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo y que nos permite AVANZAR.
Descubriremos una placa que conmemora nuestras vivencias y plantaremos un árbol como símbolo de todos los que con su presencia, esfuerzo, su cariño, han dado trazado una sonrisa a la vida a través de la amistad y la empatía.
A las Autoridades os decimos: APOYAD siempre estas historias ¡Merece la pena!
A las Familias que dedicaron y dedican muchas horas a la cooperación: ¡Gracias! ¡Muchas gracias!
A los Maestros: ¡Qué grandes y generosos sois! Vuestro trabajo es vital en esa dura y gratificante tarea de educar.
A todos los Alumnos y antiguos alumnos: ¡Sois la esperanza, el germen que impulsa una sociedad mejor!
Por todos: Adelante, el camino aún nos espera…
Nos hemos reunido hoy para hablaros de un Proyecto que ya es Historia, de una historia que guarda un proyecto. Nació en el siglo pasado, en el milenio anterior y tan sólo veinticinco años transcurridos que son un breve instante en el tiempo.
Nebulosas en las mentes, que guardan, apenas, un puñado de recuerdos: La brisa de las primeras letras, la lluvia de números, el verbo que no cesa, la historia que se repite, las ciencias convertidas en conocimiento, mapas que se vuelven mudos y sobre todo el reencuentro, cada día, con los compañeros durante los recreos mientras los balones surcaban el cielo y las filas se volvían interminables.
¡Ah! También aquel Viaje de Estudios, la visita a la Granja y el parloteo incesante que nacía del fondo de nuestra naturaleza de niños y adolescentes.
Todos esos instantes forman parte de tu vida, de la de ellos, de la nuestra. Somos lo que hemos forjado día a día, aunque de ello sólo quedan vagos retazos.
Hemos formado una numerosa familia, compuesta de abuelos, padres, hijos, hermanos, de la que nos podemos sentir más próximos o más lejanos pero sabemos que algo nos une: Ese nombre “Río Piles”, esa forma de ver la vida con optimismo, ese saber que cada uno vale por lo que es, esa entereza con la que hacemos frente a la adversidad, ese respeto hacia los otros, ese intento de ser mejores, esa mano extendida a los demás.
Es el empeño en la Escuela Pública, que hace justicia de la injusticia, que educa sin ataduras, que abre horizontes y elimina barreras, que no diferencia por razas ni colores, que mantiene el listón alto para que alcancéis vuestras metas y que sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo y que nos permite AVANZAR.
Descubriremos una placa que conmemora nuestras vivencias y plantaremos un árbol como símbolo de todos los que con su presencia, esfuerzo, su cariño, han dado trazado una sonrisa a la vida a través de la amistad y la empatía.
A las Autoridades os decimos: APOYAD siempre estas historias ¡Merece la pena!
A las Familias que dedicaron y dedican muchas horas a la cooperación: ¡Gracias! ¡Muchas gracias!
A los Maestros: ¡Qué grandes y generosos sois! Vuestro trabajo es vital en esa dura y gratificante tarea de educar.
A todos los Alumnos y antiguos alumnos: ¡Sois la esperanza, el germen que impulsa una sociedad mejor!
Por todos: Adelante, el camino aún nos espera…
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